Este viaje fue una inmersión en el Mundo Andino. Desde la vibrante energía de Lima, a través de Cusco, el Valle Sagrado, Machu Pichu, Puno y el sagrado Lago Titicaca, cada destino fue cuidadosamente seleccionado para ofrecer una experiencia única de conexión espiritual.

En Lima, abrimos el espacio sagrado en un círculo de conexión profunda, honrando las cuatro fuerzas de la creación y la trilogía andina. Nuestra oración grupal nos llenó de propósito, y juntos pedimos permiso a los ancestros para comenzar esta travesía.

Con respeto y gratitud, trabajamos en recuperar las piezas de nuestra alma que creíamos perdidas, reflejándonos en el grupo como antídoto y conexión.

Después de varios días en Lima en preparación, con la bendición y la bienvenida de los Apus llegamos a Cusco (QSQO) ciudad mágica, ancestral, donde los códigos de culturas antiguas están entremezclados con las actuales de todos los puntos del mundo que llegan a visitar esta tierra.

Nos conectamos con nuestros animales de poder y espíritus guías, y fuimos iniciados en el Rito Sanador de los Munay Ki, abriendo nuestro corazón a la energía de sanación y transformación.

Visitamos Sacsayhuamán, pisando sus imponentes rocas y activamos la mente de nuestro jaguar interno, el guardián de nuestro mundo interior y nuestras sombras; el arquetipo de la fuerza y la visión. La majestuosidad de los Apus y la sabiduría de los maestros Q’eros nos envolvieron en un abrazo de gratitud hacia la Pachamama y el Universo.